martes, 31 de diciembre de 2013

CAPÍTULOS 15-28






SIRA ENTRE COSTURAS; SIRA ENTRE AMISTADES


En estos capítulos del libro hemos observado la vida de la protagonista en Tetuán. Sira, con la ayuda de Candelaria,  logra independizarse y montar su negocio de alta costura. Pese a unos inicios no muy esperanzadores, el buen hacer, el tesón y la habilidad de nuestra protagonista con la costura consiguen que Sira prospere en el negocio y comience a hacer vestidos para la más alta sociedad de la capital del Protectorado. Todo esto lo consigue no solo con un arduo trabajo, sino también con una labor de publicidad o propaganda que resulta muy interesante: Sira se construye a sí misma una nueva identidad basada en el misterio, el refinamiento y en el buen gusto. Sira se convierte en Sirah y después en Arish. Su cambio de personalidad viene acompañada, por supuesto, de un cambio de vestimenta, e incluso de gestos, posturas, movimientos, muecas, etc. Pero lo interesante de todo esto es que gracias al trabajo, a la independencia y a la iniciativa personal, nuestra protagonista logra salir del profundo agujero donde estaba sumida.

Dentro de las acciones y acontecimientos que transcurren a lo largo de estos capítulos, hay que destacar dos. Por un lado, la devolución de la deuda en el hotel Continental de Tánger, lo cual, en palabras de Sira, constituye toda una liberación para ella, y supone también el comienzo del olvido de una parte de su vida que pretende dejar atrás para siempre. Y, por otro lado, los intentos de Sira para intentar traer a su madre desde Madrid a Tánger, lo que desencadenará otra serie de acontecimientos y encuentros. Esas dos acciones vertebran estos capítulos. Sin embargo, detrás de todo ello está la costura, los hilos, las telas, los pespuntes, los dobladillos, en una palabra, la labor y el trabajo que forman parte del libro desde el mismo título, que dan sentido a la vida de Sira, que la han rescatado y que forman parte de todos y cada uno de los acontecimientos de su vida. Por poner un ejemplo significativo, la confección del Delphos de emergencia para Rosalinda constituye una auténtica aventura que el lector vive con no menos entusiasmo que cualquiera de las aventuras de espías que transcurren en el libro.

                                             Sira le hace un falso Delphos a Rosalinda.

EL ENCUENTRO DE LA AMISTAD: FÉLIX

No obstante, Sira aún sigue en formación y, a  solas, se muestra insegura, aún herida de amor y echando de menos a sus personas queridas, especialmente a su madre. En esta tarea de formación es clave un nuevo personaje que adquiere relevancia en estas páginas. Nos referimos a Félix, un personaje secundario, entrañable y controvertido, con tintes cómicos a veces, que se convierte en una especie de Pigmalión para Sira. La educa, la pone al día, le proporciona grandes dosis de cultura general y, sobre todo, le recomienda cómo comportarse entre la alta sociedad. Félix se convierte, probablemente, en el primer amigo que tiene Sira en toda la novela. Candelaria se aproxima más a una imagen protectora, de madre (como ella misma advierte en un capítulo anterior), y los demás personajes que han aparecido en la novela se sitúan claramente en otros puntos cardinales de la relaciones personales: padre, policía, amante, novio, criada, conocidos, etc. En Félix, en cambio, Sira ha descubierto lo más parecido a un amigo, y eso le será muy útil.



UN PERSONAJE CENTRAL Y BRILLANTE: ROSALINDA FOX, AMIGA E INSPIRACIÓN

No obstante, a lo largo de estas páginas destaca por encima de los demás aspectos la presentación de dos personajes absolutamente centrales en la novela: Rosalinda Fox y Marcus Logan. Ya habrá tiempo de centrarnos en la figura del periodista inglés. Estas páginas se centran, sobre todo, en el personaje de Rosalinda Fox, una mujer que llama mucho la atención de nuestra protagonista por su belleza, su elegancia, su clase, su cultura, su vida, sus viajes, su trato personal, su misterio y su forma de enfrentarse a las convenciones sociales. La narradora se las arregla para que Rosalinda no solo llame la atención en Sira, sino también en todos los habitantes de Tánger y de Tetuán y, por supuesto, en los lectores.


Enseguida apreciamos que Rosalinda Fox va a ser otra fuente de inspiración para Sira. Lo primero porque tienen una edad similar pero, sobre todo, porque desde el primer momento existe cierta afinidad y mutua comprensión entre ellas. Eso les hace compartir confidencias muy pronto, con una confianza inusitada. Por eso se ayudan de una forma gentil, desinteresadamente, como dos amigas.  



UN ASPECTO TÉCNICO: LA VOZ DE LA NARRACIÓN

En reiteradas ocasiones a lo largo del libro, la narradora hace alusiones a su escasa formación, a su escasa cultura,a  su escasa preparación e instrucción. Así, por ejemplo, en las últimas páginas del capítulo 15, afirma que ella nunca tuvo oportunidad de asistir a clases de latín, caligrafía, etc. Pero también, en reiteradas ocasiones, la narradora insiste en que está aprendiendo mucho y muy deprisa, y que además tiene facilidad para aprender, como se indica en el capítulo 16. La autora pone incluso a disposición de la protagonista a un personaje típico y tópico de la literatura, Pigmalión (encarnado por Félix), es decir, una persona que refina y educa a la protagonista en todos los sentidos.

Todo esto, que en principio no tendría que sorprender especialmente, resulta muy importante en la estructura, el plano de la enunciación y la verosimilitud de la novela, y es muy interesante para los críticos. Me explico: al haber elegido la autora un narrador (en esta caso narradora) en primera persona, esta figura debe dar explicaciones y justificar por qué escribe de ese modo, cuál es su formación para hacerlo, con qué objetivos lo hace. Sospechamos, a estas alturas del libro, que las extensas disertaciones sobre su ausencia de preparación cultural y educativa y, a la vez, sus referencias continuas a que aprende rápido y a que la están enseñando buenos profesores, todo ello, como digo, está orientado a una justificación del punto de vista narrativo adoptado en esta novela. Todo ello, lejos de ser algo insignificante, constituye la columna vertebral sobre la que se asienta cualquier ejercicio narrativo, mucho más si este decide adoptar la primera persona narrativa.

Por poner un ejemplo de ello, comentemos brevemente el último párrafo del capítulo 15, donde la narradora afirma lo siguiente:

 "Qué pensamientos me pasaron por la cabeza durante el tiempo que separó ambas presencias es algo que nunca fui capaz de recordar. Sólo me queda la memoria de que, cuando la alemana llamó al timbre y yo acudí a abrir, me sentía como si me hubieran arrancado del alma el peso entero de una montaña".

Observemos que, en este párrafo, la narradora afirma que no es capaz de recordar los pensamientos que corrieron por su cabeza durante este preciso momento de la historia. Esta afirmación, que puede sin duda sorprender a algún lector, lejos de ser un fallo, constituye uno de los granes aciertos del libro a nivel narratológico o de punto de vista narrativo, porque hace que el lector crea más en la historia y en la voz que se la está contando, la hace más verosímil, curiosamente, delatando una debilidad, el olvido, que es un factor muy humano. Creemos que no es casualidad que este testimonio ocupe uno de los lugares centrales el libro, concretamente el mismísimo final del capítulo 15, lo que coincide con el final de la primera parte de la obra.

Es necesario, como lectores, estar atentos a estas manifestaciones "metaliterarias" por parte del narrador, a  sus olvidos, sus dudas, sus preguntas acerca de cómo contar la historia, sus reflexiones sobre cómo ven las cosas o cómo cree ella que las ven las demás personas. Todo ello contribuye a hacer más verosímil la historia.



TÓPICOS LITERARIOS: DON JUAN, LA BAJADA A LOS INFIERNOS, PIGMALIÓN

Toda obra literaria tiene sus referencias y se apoya en obras anteriores para construir su propia trama. Dentro de los elementos textuales e intertextuales en que puede apoyarse, uno de los más destacados es la recurrencia a los tópicos, es decir, frases o personajes de la tradición retórica que presentan siempre un esquema formal fijo que se repite a lo largo de la historia literaria. Solo a nivel de personajes, hemos visto hasta ahora al menos dos de estos tópicos o personajes estereotipados por la tradición: Don Juan, el implacable seductor, representado por Ramiro Arribas; y el personaje de Pigmalión, encarnado por Félix. Si analizamos detalladamente la presentación de estos personajes, no nos costará localizar los elementos que caracterizan a estos personajes fijados en la tradición literaria.

Además de estos personajes, otras acciones, símbolos, ideas o motivos se convierten en tópicos en la tradición literaria a base de repetirse bajo las mismas formas y modulaciones. Uno de ellos es el que se conoce como la "bajada a los infiernos", que ya escribiera Dante en su Divina Comedia, tópico que revisita este libro cuando Sira emprende su huida-fuga-viaje desde Tánger a Tetuán. Y aún podemos apuntar otro, inmediatamente anterior en el libro a este, pero mucho más contemporáneo, que es la lectura de una carta en la soledad de una habitación de hotel, escena que también se convierte en tópico a partir de algunas secuencias de películas, libros o pinturas contemporáneos, como es el caso de este conocido cuadro de Edward Hopper, "Habitación de hotel, 1931". Ólo sobre lienzo. 152,4 x 165, 7 cm. Museo Thyssen Bornemisza (Madrid):



  DOS VÍDEOS DE MOMENTOS IMPORTANTES

El viaje a Tánger con Rosalinda.



Primer encuentro con Marcus.



2 comentarios:

  1. Estimadas lectoras:

    A lo largo de estos capítulos y a lo largo de esta entrada en el blog, se destaca la aparición de la amistad en la vida de Sira. ¿Cómo le afecta a la protagonista? ¿Es confiada con los amigos? ¿Es interesada? ¿Valora la amistad?

    Por otro lado, ¿cuál creéis vosotras que es el papel de la costura en el libro, más allá de constituir el trabajo de la protagonista? ¿Qué otras funciones tiene o representa la costura en la vida de Sira y, en general, qué simboliza?

    Por favor, reflexionad sobre ello para ver si entre todos podemos generar un animado debate en torno a estos temas. Cuantas más opiniones, más puntos de vista conoceremos y así todos aprenderemos más.

    Recibid un cordial saludo.

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  2. A costura simboliza um mundo feminino, à margem dos acontecimentos políticos desencadeados por homens, protagonizados por eles e manipulados por eles. É um mundo quase exclusivamente feminino (apenas permite a presença de Félix, ele próprio uma identidade feminina), marginal e contido, onde a atividade principal é a de compor, nos bastidores, uma visão 'bela' da realidade - vestidos, tecidos, efeitos, imagens. Simultaneamente a costura dá forma àquilo que não a tem: um tecido torna-se vestido, um desenho torna-se fato para jogar ténis.
    Em suma, em minha opinião, o tempo passado entre costuras representa o tempo das mulheres durante períodos de grande convulsão social que as não deixa (pelo menos à maioria) ser grandes protagonistas históricos e as suas pequenas ações quotidianas de normalidade no caos ou as suas pequenas investidas radicais (como traficar armas para montar um negócio, ou espiar conversas políticas, ou informar sobre pessoas).
    Margarida

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