lunes, 4 de noviembre de 2013

CAPÍTULOS 29-43

 DE SIRA QUIROGA A ARIS AGORIUQ. EL TIEMPO ENTRE ESPÍAS



Durante estos días hemos leído unos pasajes del libro que pueden considerarse como una etapa de transición. Esta transición implica varios factores: desde Marcus Logan a Ignacio; desde Tetuán a Madrid; desde la Guerra Civil Española a la que sería la Segunda Guerra Mundial, pero sobre todo hemos presenciado una transición en el interior de la protagonista desde la Sira costurera a la Sira espía, es decir, desde Sira Quiroga a Aris Agoriuq.


Otros personajes Importantes de la novela de han sufrido también grandes cambios: la Madre de Sira (de Madrid a Tetuán y la reconciliación con su hija), Juan Luis Beigdeber (de Alto Comisario a un Ministro de Asuntos Exteriores y después defenestrado por el régimen de Franco) , Rosalinda Fox (de Tetuán a Madrid y finalmente escondida en Lisboa). 

En medio de todo ello, ha aparecido un personaje en escena que tendrá mucha relevancia. Nos referimos a Marcus Logan, un hombre que atrae a la protagonista pero al que no se entrega porque Sira refrena sus sentimientos conscientemente. En estos detalles observamos a una protagonista que ha aprendido de sus errores. Ahora es mucho más racional (Cap. 32).


En esta etapa de transición, uno de los aspectos más interesantes ha sido observar la evolución de la protagonista. Al fin y al cabo, Sira es una humilde costurera que por avatares del destino se ve envuelta en una serie de aventuras casi sin quererlo. Esa transición ya se había vislumbrado en algunos momentos, especialmente en dos: cuando Sira logra pasar las armas y cuando, por casualidad, Sira le proporciona una información valiosa a Marcus Logan. Sin embargo, debe ocurrir algo verdaderamente importante para que la protagonista dé el paso definitivo. El capítulo 36 es clave en este sentido, pues es en ese momento cuando Rosalinda Fox pide a Sira que se involucre como espía en el Servicio Secreto Británico. 




HISTORIA E INTRAHISTORIA

Los cambios, como vemos, no solo afectan a los personajes, sino también al contexto histórico nacional e internacional. Historia e intrahistoria se entretejen perfectamente. El concepto de "intrahistoria", que en Literatura Española utilizó por primera vez el novelista Miguel de Unamuno, es muy útil a la hora de analizar una novela. Como contraste de la Historia, que sería la historia oficial, la que sale en los periódicos, la intrahistoria sería la historia no oficial, la historia de la gente, de sus problemas, sus preocupaciones.

Esta novela teje perfectamente la historia con la intrahistoria. Incluso algunos capítulos se dedican a narrar la historia dando muchos detalles que fueron verdad. Los capítulos 34 y 35 son casi exclusivamente históricos. Sin embargo, hay en ellos una peculiaridad, y es que se nos narra la historia a través de dos voces, la de Sira y la de Rosalinda. En realidad, Sira nos lo cuenta según ha leído en las cartas de Rosalinda. De hecho, al final del capítulo 35 se dice:

"De todo esto no me enteré yo porque lo viviera de primera mano, sino porque Rosalinda, a lo largo de todos aquellos meses, me mantuvo informada a través de una cadena de extensas cartas que yo recibía en Tetuán como agua de mayo"

Es muy importante, a nivel narrativo, que se refleje de alguna manera a quién pertenece la versión de la historia, pues los hechos se reconstruyen muchas veces de forma interesada.

Al inicio del capítulo 34 también se nos informa de la fuente que se usa para contarnos la historia:

"El 1 de abril de 1939 se publicó el último parte de guerra; a partir de entonces ya no hubo bandos ni dinero ni uniformes que dividieran al país. O, por lo menos, eso nos contaron".



PREGUNTAS PARA EL DEBATE

-¿Cómo se forma la ideología política de Sira? ¿Es clara, es interesada o tiene matices?

-¿Te parece lógica, previsible o creíble la evolución de Sira desde la costura hasta el espionaje internacional? Si es así, ¿en qué puntos se ha basado?

-¿Qué mueve realmente a Sira para aceptar una misión tan peligrosa cuando ella realmente tenía solucionada su vida en Tetuán? ¿Compromiso político? ¿Amistad? ¿Búsqueda del éxito profesional? ¿Subida en la escala social?

A propósito de las dos últimas preguntas, conviene tener en cuenta las mismas dudas que asaltan a  la protagonista. Como recordamos, a la casa de Sira a horas intempestivas acuden varios personajes durante estos capítulos. Una noche recibe una visita muy especial, la de su propia conciencia:

"En el silencio de la nueva residencia volvió a llamar a la puerta de mi conciencia la pregunta que tamborileaba en mi cabeza desde un par de semanas atrás. Por qué, por qué, por qué. Por qué había aceptado aquello, por qué iba a embarcarme en esa aventura incierta y ajena, por qué. Seguía sin respuesta. O, al menos, sin una respuesta definida. Tal vez accedí por lealtad a Rosalinda. Tal vez porque creí que se lo debía a mi madre y a mi país. Quizá no lo hice por nadie o tan sólo por mí misma..." (Capítulo 40)


LA CUESTIÓN DEL DOBLE

Según han observado algunos críticos literarios, en este libro es muy importante la cuestión del doble, de la máscara, de la doblez. En un artículo que se puede descargar tocando aquí, titulado "La mujer como espía en El tiempo entre costuras"se defiende la idea de que Sira tiene que alejarse de sus funciones "naturales" que la subordinan bajo la posición del hombre para poder llegar a desarrollar un papel clandestino de espía. Esa transformación solo es posible a través de un doble, es decir, Sira ha tenido que reinventarse,  y es solo a través de esa figura doble, carnavalesca, que ella llega a conocerse mejor, a romper los límites de su personalidad y a descubrir nuevas identidades dentro de ella misma. Solo ese marco carnavalesco y doble posibilita la transformación de la protagonista desde una ingenua costurera a una espía genial. ¿Estás de acuerdo con estas reflexiones contenidas en el artículo?

De cualquier modo, conviene saber que la cuestión de la doblez, la máscara, el espejo, el disfraz, la transformación, etc. forma parte de la literatura desde sus orígenes con las más variadas funciones, casi siempre cómicas, y en todas las épocas estos recursos tienen una gran funcionalidad artística. Puede considerarse, sin duda, que Sira es un personaje profundamente carnavalesco en este sentido, se inventa y se reinventa varias veces; se disfraza de un tipo de mujer o de otro tipo de mujer; sus cambios internos siempre van acompañados de cambios externos, de vestimenta; cambia su nombre, en fin, es un ser que se convierte en varios seres simultáneamente.

DOS VÍDEOS

                                                  Sira, espía, recibe instrucciones



                                          Una visita inesperada, misteriosa e incómoda.